Te llamaba mon amour, la viajera que quiso enseñarte a besar en la gare de Austerlitz....pero que no hace falta que te enseñe...ya sabes de sobra.

Como de sobra sabes que estoy aquí, para lo bueno y para lo malo...Por fin se acabaron los kilómetros entre nosotros, los teléfonos ardiendo en las orejas, los ahora no puedo hablar llámame luego, los te echo de menos, ojalá estuvieras aquí. Ya estoy aquí, y ahora la distancia se ha reducido a cero, ya solo hay besos y caricias, despertares a tu lado, planes de comida y cena...Ya estoy aquí y no pienso soltarte, porque me da vértigo, porque no sé estar, porque no, porque no quiero. He conocido la felicidad, la he abrazado fuerte, y no pienso despegarme de ella...así que más vale que te guste compartir sofá, ver mi ropa tirada por el suelo, la cama sin hacer y los zapatos en el pasillo...porque así yo, así quiero ser contigo. Con mi caos y mi desastre, con mis besos, mis contradicciones y mi cabezonería, con mis te quiero, con mi política y mis ideas, con mi forma de dormir contigo, con mis chistes que no te hacen gracia y los que quieres que te cuente mil veces y te hacen reír...con mis cuentos que te seguiré contando una y las mil noches que nos quedan por pasar juntos