sábado, 14 de abril de 2012

Lo intento. Te prometo que lo intento. Pero es que la tengo perpetua. Y no sé como hacerlo. Vaya donde vaya, haga frío o calor o llueva, andando, en el autobús o en el coche...porque sé que molesta, que no gusta, que debo cambiarlo.

Lo intento. Si mi madre me lo dice "Hija, yo contándote mis problemas y tú..." Lo sé, tengo que cambiarlo. Cuando mi abuela me cuenta sus dolores de hueso, cuando mi prima me cuenta que aún no tiene trabajo...Es hasta idiota.

Y no sé como hacerlo. POr la mañana con el cansancio, rápido a las prácticas, a las clases, al curso, y sigo con el agotamiento, con el desánimo, y sin embargo, ahí está. Leyendo las noticias de los periódicos, viendo las noticias de la tele, la reforma laboral, la crisis, las guerras....siempre me acompaña.

Lo intento. Te prometo que lo intento. Pero es que no sé como hacer para quitarme esta sonrisa de la cara.

1 comentario:

  1. Obviamente, no intentes cambiar eso, NUNCA.
    No sabes lo afortunada, lo importante que son los sentimientos que causan tu sonrisa. Mientras siga así, todo lo demás es llevadero y soportable. Pero cuando no están o están mal, lo demás carece de sentido.
    Una vuelta preciosa, amiga.

    ResponderEliminar