Levantarte una mañana y comprobar
que el amor todo no lo puede,
que con el amor sólo no basta,
que hay obstáculos que no puede saltar.
Que existen más cosas que él y yo,
que el nosotros no es suficiente.
Porque temblando me he sentado frente a su cuerpo,
frente al cuerpo con el que tantas noches he dormido.
Con lágrimas le he mirado a los ojos,
a esos ojos que han sido míos.
Y le he dicho,
a él, que tantas veces ha sido yo,
" te amo, pero no puedo estar contigo".
Y ahora vendrás tú, y me dirás que no,
que no todo está perdido.
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