Un día como mañana mi madre me trajo al mundo, hace 28 añitos ya...como pasa el tiempo.
En estos 28 años he hecho casi de todo...me siento orgullosa de mi misma (no siempre pude decir esto). Soy muy feliz, y he hecho cosas de las que debería arrepentirme, pero no me arrepiento. Esos errores me han hecho estar segura del camino en la vida que quiero coger. Considero que he vivido la vida intensamente, me he reído hasta llorar, y he llorado hasta reír. He amado apasionadamente (¿acaso se puede amar de otra manera?), y siempre he seguido el pálpito de mi corazón. He aprendido que no siempre se puede ganar, he aprendido a perder. He estado sola y triste, y me he refugiado en canciones de Ismael en las noches de insomnio. He tardado más de lo que me gustaría en sacarme la carrera, pero me siento orgullosa de por fin haberla acabado.
No siempre fui firme en mi criterio, y tengo la vida llena de contradicciones con las que sobrevivo a diario. Echo de menos a personas que el tiempo ha puesto lejos de mi. Pero me siento privilegiada de tener a los amigos que me rodean y que me quieren y con los que siempre puedo contar, da igual a las horas que los llame.
He amanecido en muchos bares y en calles de ciudades cercanas y lejanas, aunque ahora no me guste estar de fiesta hasta más de las 2. He bebido hasta no acordarme de nada. Pero recuerdo perfectamente aquellos instantes que hicieron que la vida sea vida y no una sucesión de días...unos detrás de otros. He viajado a ciudades chicas, pequeñas y grandes. A tantos países...A Cuba. He algunos sitios dejé amigos, y trozitos de mi, pero a cambio me he llevado experiencias que hacen que valoren lo que tengo.
Y ya tengo 28. Y echo de menos a mi madre.Y a mi padre. Porque mucha parte de lo que soy, y de lo que no, se lo debo a ellos. A como me han educado, a ser libre de pensamiento y religión, a que nunca me han dicho "esto no", "por ahí no", "hasta allí tampoco". Son ejemplos de mi vida diaria. Espejos donde me gusta mirarme cada día. Me gustaría agradecerles que hace 28 años decidieran tenerme, porque soy fruto de su amor, de su esfuerzo, de su trabajo y de su ilusión. Y sé que mañana, cuando me llamen mis padres para felicitarme, lloraré, pero flojito, y les diré cuatro mil tonterías, pero jamás les diré esto.