Algo tendrían que contar las estaciones, los trenes que llegaron nerviosos, los que se fueron cargados de ilusiones y aquellos que no cogí por miedo.
Algo aquellas farolas que nos observaban bordear las aceras a esas horas malditas o benditas, a esas horas en que las risas, las frases filosóficas, los todo o nada, las últimas oportunidades fluyen por los poros de la piel.
Algo aquellas barras de madera en esos bares llenos de gente que buscan una conversación, una mirada, un amor para no olvidar o unos labios para besar con urgencia.
Algo aquella calle, aquel rellano, aquel portal oscuro, esas escaleras que subían a algo más que a un piso, esas puertas que se abren y aquellas que se cierran para siempre, esas ventanas que se abren a la esperanza o a despejar la habitación de humo, de ese humo..
Algo tendrían que decirme mis recuerdos, o mis nostalgias o las cosas que sé a través del fracaso, los caminos que no he de seguir, los atajos que no me llevan a ningún lado, los reproches que me miran de reojo desde ese rincón de mi alma, los pálpitos que nunca tuve que creer.
Si me recordaran esas cosas que necesito…pero no, yo siempre estaba dispuesta…